¡Hoooooola! ¿Qué tal estáis? Espero que genial. Hace un par de días terminé un libro maravilloso y no quería esperar más a hablaros de él. Pero antes me apetecía hablaros de otra cosa. Llevo un tiempo pensando en un nombre para dirigirme a vosotros (nunca sé como llamaros jeje) hasta que hoy, una amiga me ha dado una idea genial: PASAJEROS. ¿Qué os parece? Como sabéis el blog se llama leyendo sobre ruedas, por lo que me parece perfecto. Así que, a partir de ahora, seréis pasajeros de este blog, yendo y viniendo a compartir opiniones y sentimientos por los libros. Ahora sí, vamos a por la reseña de hoy.
Título: Entre tonos de gris
Autora: Ruta Sepetys
Editorial: Maeva
Páginas: 288
Precio: 19,90€
Sinopsis
Junio de 1941, Kaunas, Lituania. Lina
tiene quince años y está preparando su ingreso en una escuela de arte. Tiene
por delante todo lo que el verano le puede ofrecer a una chica de su edad. Pero
de repente, una noche, su plácida vida y la de su familia se hace añicos cuando
la policía secreta soviética irrumpe en su casa llevándosela en camisón junto
con su madre y su hermano. Su padre, un profesor universitario, desaparece a
partir de ese día.
Mi opinión
En primer lugar, la escritura de Ruta
Sepetys me ha sorprendido gratamente, ya que aunque se trata de una novela de
ficción histórica, su narrativa no es para nada pesada. Al contrario, consigue
envolverte desde el principio. El hecho de que la protagonista hable en primera
persona contribuye a ello. Además, los capítulos son muy cortitos y eso me
encanta, ya que cada vez que me ponía a leer decía: venga, solo un capítulo más
(y así me pasaba rato y rato). El libro no es para nada largo. En mi
opinión, tiene la medida perfecta al estar cargado de tantas emociones
negativas. No me imaginaría leyendo 500 hojas llenas de sufrimiento.
Los personajes, para mi, han sido lo mejor
de toda la novela. Todos y cada uno de ellos parecen reales, de carne y hueso,
y es que, aunque son ficticios, todo lo que les ocurre está basado en
testimonios que la autora consiguió de supervivientes de esos campos de
concentración de Siberia. Lina, la protagonista principal, es una joven fuerte,
luchadora, que ama a su familia y lo demuestra a lo largo de las páginas.
Jonas, su hermano, es un niño encantador que, por desgracia, tiene que madurar
y crecer más rápido de lo que le tocaba. Y con Elena, nos encontramos a una
madre coraje capaz de hacer todo por sus hijos. De Andrius, otro de los
personajes principales, destacaría su generosidad con todos aquellos que
estaban pasando por la misma situación que él. La verdad es que he empatizado
mucho con todos. Además de ellos, en la novela nos encontramos con muchos
personajes secundarios y aunque no hablaré de cada uno de ellos, puedo decir
que también les he cogido mucho cariño.
Entre dos de los personajes va surgiendo
una historia de amor a partir de la amistad. Me ha parecido preciosa y que
estaba en su justa medida, sin quitar importancia al argumento principal del
libro. Además, es maravilloso ver cómo en una situación tan desfavorable surge
esa chispa entre dos personas.
Algo que también me ha encantado ha sido
la bondad y solidaridad que se aprecia en la mayoría de los personajes a pesar
de los momentos tan duros por los que están pasando. Eso me ha hecho ver que
aunque haya gente muy mala dispuesta a hacer sufrir a los demás, hay mucha otra
llena de humanidad y ganas de ayudar. Y gracias a esta historia también me he
dado cuenta de que no todo es blanco o negro, bueno o malo. Hay que conocer las
circunstancias que llevan a cada uno a hacer lo que hace, y por supuesto, no
todos los trabajadores (en este caso del NKVD) estaban de acuerdo con lo que se
les estaba haciendo a tantísimas personas. De hecho, en el libro se ven algunas
pinceladas del sufrimiento que podía haber en esa otra cara de la moneda.
La ambientación de la historia es
desoladora y contribuye a esa atmósfera de tristeza y rabia que sientes a lo
largo de la lectura. Hielo, barracas por las que se cuela el frío, y explanadas
llenas de gente trabajando y luchando por vivir un día más, caracterizan ese
entorno.
Otras cosa a destacar es que en
determinados momentos, aparecían fragmentos narrando hechos del pasado, cuando
Lina vivía felizmente con su familia. Y muchos de ellos eran necesarios para
comprender el presente de la novela.
Decir también que a lo largo de los años
se ha hablado mucho de todo lo que hizo Hitler a los judíos, pero se ha dejado
de lado a todos los que sufrieron, en este caso, bajo el poder de Stalin. Esta
novela les da voz y por ello me parece muy buena.
Sinceramente, no puedo sacar ningún
aspecto negativo al libro. Sin embargo, aunque parezca incongruente, no lo
recomiendo a todo el mundo. Si no os gusta pasarlo mal y sufrir creo que no
disfrutareis este libro. Aunque tiene momentos esperanzadores, en mi caso me
pasé casi todo el tiempo sintiendo tristeza, rabia y enfado por las injusticias
que estaban sucediendo. Tampoco recomiendo leerlo a quien esté pasando por un
mal momento.
En definitiva, es de esas historias que no
te dejan indiferente. Al contrario, se quedan siempre dentro de ti y te ayudan
a ver las cosas de otra manera. Además, con ella aprendes que no hay que dar
importancia a aquello que no la tiene y que tenemos que disfrutar de las
pequeñas cosas del día a día.
¡Un beso gigante y felices lecturas!
Pilar
